Para no regresar
Para no regresar
quemé los calendarios
como si fueran puentes.
¡Inútil ejercicio! Las cenizas
impregnaron mis ropas; me dejaron
un olor a nostálgicos licores,
una canción dormida entre los labios,
el lacerante poso de una ausencia.De Por si mañana no amanece
Acabo de descubrir tus blogs. Me parecen muy interesantes. Los dos. Te leo.
ResponderEliminarBesos de Olivia.
Me alegra tenerte por aquí y me será muy grato saber que éstas, mis palabras, consiguen despertar tu interés. Gracias por tu presencia y un abrazo.
ResponderEliminarLa inutilidad de no poder -¿no querer?- olvidar, dicha a través de imágenes sensoriales muy logradas y con el valor agregado de la brevedad.
ResponderEliminarPoder y querer, con frecuencia, son dos perfiles diferentes del mismo rostro. Gracias y un abrazo.
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