22 de diciembre de 2015

Pertenezco a estas calles


                                                            A Kafka

Pertenezco a estas calles.

                                         Sin embargo
a veces siento como si estas calles
                                              y yo mismo
también formásemos parte del rechazo.

De Por si mañana no amanece Poemas de @S_Borao_Llop 

5 de noviembre de 2015

Obstinato


No sé cómo es posible que estos pies todavía
se sigan obstinando en ir a alguna parte

que este cuerpo cansado de tantas travesías
navegue aún en busca
de esa Ítaca remota
que tal vez sólo exista
en sueños, bibliotecas y tabernas.


De Por si mañana no amanece, Poemas de @S_Borao_Llop   

8 de octubre de 2015

Revelaciones


Revelaciones que no están en los candados
que condenan puertas hacia el cielo
ni en las encrucijadas de la nieve.

(Acaso en el sopor de las guillotinas oxidadas,
en el silencio avergonzado del patíbulo)

Nombres en penumbra golpean la memoria.
Palabras prendidas al dorso de una brisa
que nadie pudo poner en letra impresa.
Sangres incendiadas, sueños desgarrados.
Amaneceres grises hijos del insomnio,
albas bastardas preñadas de tristeza
por el suicidio de los pájaros azules
y el destierro de los últimos castores.

Allende el recuerdo, gritos.

Pero hoy
            las orillas del mar
                                    están calladas.

De La estrecha senda inexcusable, Poemas de @S_Borao_Llop   

11 de septiembre de 2015

Nacimiento


Nacimiento
o la nostalgia de cráteres desnudos.

Actuar en teatros vacíos.
                                          Beber
gastadas bocas que ya no esperan nada
salvo el sabor amargo de la muerte
en copas que hasta la noche rechaza.

Caer en simas de desolación
implorando la clemencia del olvido
y contemplarse en el alba tenebrosa
de un incierto futuro
con el rostro fatal de un desdibujado doble
imitando risas falsas, actitudes
de prosaico espectador sin añoranzas.

Desde el fondo cruel de los espejos
te contemplan unos ojos apagados
y una voz pronuncia la implacable sentencia:
Los tranvías no se detienen para nadie.

 
Poemas de @S_Borao_Llop  

6 de agosto de 2015

Claroscuro


Vueltas y vueltas por el mundo damos
buscándole un sentido a nuestros nombres
sin percibir que nadie reconoce
su rostro en los espejos cotidianos.

Consultamos los mapas del pasado,
inventariamos fechas y recuerdos,
caemos en nostalgias y desvelos
mientras siguen su baile nuestros pasos.

- "¿Qué sentido tendría el encontrarme?"
No el encuentro: La búsqueda, el camino
que tus pies recomponen cada tarde

es lo que da sentido a nuestros días.
Sin ella, nuestra vida es un exilio,
un claroscuro de monotonía.


De Despertar en el Zaguán

15 de julio de 2015

Antes del fin 5.0


Cuando subía por última vez la cuesta en dirección al Puente de Piedra, me abordó una jovencita. Explicó que su moto la había dejado tirada y necesitaba un euro para gasolina.

Inútilmente registré mis bolsillos. Negué con la cabeza, pero ella no se movió: Un cansancio infinito se insinuaba en su mirada.


Deduje que también su camino estaba cortado. Como el mío. Que ambos estábamos al borde.


Fue entonces cuando oí los pájaros. En ese canto anárquico creí adivinar que la matemática es sabia, que menos por menos a veces es más, que dos finales pueden representar un principio.  


Extendí mi mano, que ella tomó con algún recelo, y bajamos hasta el río. Nada más. Nos sentamos en la hierba y nos pusimos a contemplar la corriente, a sentir la música del agua, sacudida de cuando en cuando por el chapoteo de algún pez extraviado, a impregnarnos de ese perfume milenario cuyo nombre no figura en los catálogos profanos de los hipermercados. Luego vino la noche. Y su silencio. Pero nosotros seguíamos allí, escuchando.


2 de junio de 2015

A veces se oyen voces


Gravedad del desorden que forman las palabras
incoherentemente pronunciadas, como un cáliz
rajado, seco, infame, con los bordes manchados...

Tenebrosa la noche que nos viola
con sus destellos deslumbrantes, con su ruido,
con la risa imprudente de los cuerdos,
con el brillo en los ojos del amante;
la noche cuyo vino adolescente nos embriaga,
la noche dominante y entreabierta...

A veces se oyen voces
en la pública quietud de las esquinas,
en la tibia intimidad de los zaguanes.

Mas el silencio siempre vuelve
como un amo cruel, tenaz, inagotable...


De Extrañamientos y rescates

12 de mayo de 2015

Querido Bertolt (respuesta de un hombre futuro)



Cierto que escapamos de un tiempo sombrío, pero siguiendo las implacables leyes de la física, saltamos de la sartén para caer en el fuego. No obstante, también el fuego ha cambiado, queridos antepasados, como todo lo demás. Ya no es una llamarada que destruye lo que toca en cuestión de segundos. Ahora es un fuego frío que va socavando la esencia misma de las cosas sin cambiar apenas su apariencia, pero descomponiendo el interior hasta convertirlo todo en un cascarón hueco.

La injusticia sigue existiendo, pero ha aprendido a vestirse de etiqueta. Se escuda tras la ampulosidad de términos vagos, que la salvaguardan de la humillación pública que en el pasado pudiera provocarle su propia desnudez.

Sigue existiendo la guerra, el más vergonzoso de todos los inventos del hombre, pero también la guerra ha aprendido a mutar, a transformarse, a vestirse con pieles de cordero. También han cambiado las armas: Las ametralladoras, las bombas, el napalm, se nos antojan hoy armas inocentes. Esta era nos ha traído el arma más temible: la publicidad. Así, el control de los medios de difusión se ha convertido en algo estratégico. No es más poderoso quien más mata, sino quien mejor sabe vender la filosofía según la cual esas muertes eran necesarias.

Hoy los rostros de los justos están desfigurados, roncas sus voces, pues ya no es posible ser amables en un mundo en el que la amabilidad se ha convertido en el vehículo de la hipocresía, en un tiempo en que se enarbola la palabra verdad para justificar todas las mentiras, en una era en que todas las palabras finalmente han sido prostituidas por el uso aberrante que los humanos hemos hecho de ellas. Admiro y envidio tu optimismo, amigo Bertolt, pero el tiempo en que el hombre sea amigo del hombre es posiblemente la mayor utopía que puede concebir la mente humana. Tal vez nos quede, paradójicamente, una esperanza que proviene del horror: La deshumanización, el control de todo lo que nos rodea, que ahora ejercen los grandes holdings y que muy pronto estará en manos de las máquinas, puede ser el estallido que nos haga despertar, la piedra sobre la que se edifique una nueva humanidad, en la que aprendamos a vivir de otro modo, a desterrar todas esas palabras y a prescindir de todas esas vanidades que nos han llevado a este punto en el que hoy nos encontramos. 

¿Podremos pedir nosotros indulgencia cuando llegue la hora, si es que acaso el futuro es posible, si es que el hombre puede al fin salvarse de sí mismo?


De prosas breves.

28 de abril de 2015

Si la luna se va sin una lágrima


Si la luna se va sin una lágrima
algún cachorro de león se vestirá de loto.

(Te dirán que la luz es un enigma)

Cada noche es un labio transparente,
un ojo acariciante o la duda del soldado
ante el disparo inminente.

(Se dice que la oscuridad es subyugante)

Al compás del silencio
bailan los gatos una danza bárbara
asomados al balcón de los recuerdos.
Cristales como brasas encendidas
desprendidos de un sol explosionado
acribillan el cielo del crepúsculo.

Un rostro impávido se disfraza de ventana
y la sombra de un grito encharca el orbe.


De La estrecha senda inexcusable.

4 de marzo de 2015

Humildemente, Maestro


A Don Pablo Neruda, in memoriam.

Reconozco el salitre de sus pulidos versos,
la atlántica firmeza que los parió desnudos
la sangre enamorada que amamantó su fuerza
y el agudo chirriar de los ferrocarriles
que unen patrias y mares y llevan esperanzas.

De lucha, amor y fierro crecieron las palabras,
su luz se fue expandiendo por pueblos y senderos,
la paz del caminante fue la explisión secreta
que prestó alas al verso para poblar las sierras
donde los campesinos vieron crecer la vida,
donde se hizo mujer la fértil resistencia.

Hoy esa voz nacida de la roca
callada está, su grave resonancia
dejó paso a su indómito recuerdo.

La cordillera estremecida de su verbo
se hizo tuétano en las almas de los pobres.
Hoy, nosotros, lo que queda del pueblo malherido,
hemos querido entonar un canto hacia la aurora,
y en su memoria esparcirlo por el viento
como una ofrenda matinal que verifique
su presencia vital desde la tierra
que le cobija. Gracias.
                                       Gracias don Pablo
por enseñarnos el hierro y los volcanes,
por su recia testuz de militante,
por las navegaciones estelares
por las espigas, los navíos, las quimeras
por la fe y por el clamor de las montañas
que un día se alzarán incontrolables
contra los viles verdugos de la tierra.

Publicado originalmente en Poesi.as, Proyecto Patrimonio y ArtePoética.

5 de febrero de 2015

Táctica



Durante siglos, se aplicaron a la quema indiscriminada de libros, laboriosa e inútilmente. 

Más tarde cortarían la lengua a los vencidos, para que no pudiesen transmitir la filosofía de su raza a las generaciones venideras.

Prohibieron el ejercicio de las artes, enemigo mortal de la ignorancia.

Cansados de soluciones parciales e ineficaces, optaron por celebrar un congreso. Después de intensos debates, según cuentan las crónicas de la época, decidieron aplicar la estrategia del caballo de Troya. 

Así, desde el oscuro palpitar de sus entrañas, fueron asesinando la cultura.

15 de enero de 2015

Ahora ya hasta los parques son hostiles


Ahora ya hasta los parques son hostiles.

Todo me lo cambiaron.
Los árboles, impíos, me aviolentan
desde el faro impersonal de su estatura.
No tiembla ni una hoja.
(Pero ¿no eran los árboles
movidos por el viento del otoño,
mis viejos aliados?)

No. No era esto. El verde
es un verde yacente, casi decapitado.
Ni una flor me amenaza
con su efímero roce, con su breve fragancia.

No consigo encontrarme.
Todo me lo cambiaron.

Hay viejos en silencio y bancos despintados
y piedras que destellan y macizos de flores
sin la antigua belleza que impregnaba sus pétalos.

Hay niños bulliciosos y mujeres cansadas,
y mientras, lentamente, el verano agoniza.

No, no era así; los parques de otro tiempo
solían ser refugio, atalaya, horizonte...

Pero hoy los parques niegan ese ansiado consuelo.
Tal vez sea yo el muerto.

Ahora las piedras callan
y los viejos, los bancos, los frondosos rosales,
rechazan mi amargura con un rictus cansado.

Todo me lo cambiaron y la tarde declina
y la sombra insinúa el inflexible retorno.

Todo murió y las calles
(hoy de nuevo enemigas)
van quemando la estela de ese amargo regreso
al lugar donde yace mi cuerpo destronado.


De El Rostro Prohibido
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