El exilio no es estar lejos
de la tierra de los antepasados
o la tierra en que nos criamos
o el calmado lugar donde vivimos.
de la tierra de los antepasados
o la tierra en que nos criamos
o el calmado lugar donde vivimos.
El exilio es estar lejos de casa
cuando ni siquiera sabes
qué significa exactamente esa palabra.
El exilio es estar lejos
de lugares y gentes
que ni siquiera sabes si existen;
el exilio es saber que se está
en el lugar equivocado;
el exilio es estar fuera,
desterrado de uno mismo,
o peor: encerrado
en el interior de alguien
que se nos parece un poco
pero es apenas un golem
con nuestros propios rasgos;
el exilio es no poder ser
quien se desearía ser,
no estar donde se desearía estar
aunque no sepamos si ese lugar existe
o es un sitio llamado rosebud.
El exilio es un estado del alma,
la dilatada añoranza
de algo cuya existencia
apenas sospechamos.