Noviembre es el heraldo de la bruma,
sacerdote en los templos donde el frío
teje las primeras luciérnagas de escarcha.
Noviembre es la premura del mendigo
en busca de un zaguán para sus noches.
La última parada del náufrago urbano.
Noviembre no es un dios, sólo es la herencia
de las lunas de agosto, la resaca
del licor que destilan los otoños.
No acuestes tu palidez en su regazo
ni atices su desidia con tu llanto.
Noviembre no es una promesa ni un rechazo.
Tan sólo el mensajero de la nieve.
De Por si mañana no amanece
Publicado en El Cronista de la Red, Al_Andar y en el libro electrónico Camino al andar.
Este Noviembre tuyo despierta nostalgias y emociones. Resulta algo triste, pero bello.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, Mayte. Me alegra tu emoción.
ResponderEliminarHasta pronto. Un abrazo :-)
Estrofas 1 a 4 , melancolía.
ResponderEliminarEstrofa 5, existencialismo puro, hermoso, esa es la frase que sintetiza y quema como fierro en piel el significado de todo tu relato. Saludos, poeta.
Gracias por tu presencia en estos desiertos y por tu amable comentario, Juan Pablo. Un abrazo.
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