4 de octubre de 2011
Mas no me encontraréis en las batallas
Mas no me encontraréis en las batallas.
No estaré agazapado en una barricada
ni lamiendo la sangre del cuchillo victorioso.
No empuñaré las armas homicidas
ni la palabra ambigua
ni el rencor permanente del alma embrutecida.
No serán mías las fauces carniceras
ni el estandarte gris del bombardeo.
No seré el cazador
ni ese francotirador de la azotea
que va tachando vidas en la pared funesta
de la ciudad sitiada.
No estaré con aquellos que filtraron
gota a gota la sangre de los pobres
para hacer de cada vena un instrumento
de riqueza enterrada en sus bolsillos.
Tal vez podáis hallarme donde lloran los tigres.
Acaso en la morada del hambriento,
en los ojos del niño moribundo,
en la sangre del ave asesinada.
De El rostro prohibido
Publicado en Poesi.as y en el Wrong Side
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Bellísimo poema mi querido amigo. Dolorosa, amarga, punzantemente bello. Gracias, Norma Segades-Manias.
ResponderEliminarMe recuerda al vídeo que colgué el otro día en mi blog, sobre, ya no me sorprende nada... Que triste son estas cosas.
ResponderEliminarBesos.
Gracias a ti, Norma. De vez en cuando la conciencia nos pide cantar, aun con la voz desgarrada, aquello que desgarra la conciencia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Tienes razón, Tamara.
ResponderEliminarTiken Jah Fakoly ha hecho de la denuncia su bandera. Desde hace unos años vengo escuchando reggae y rap en francés y (aunque mi francés es muy, muy elemental) me doy cuenta de la enorme diferencia cultural que nos separa. Y ojalá que la brecha no se agigante, pero no soy muy optimista al respecto. En la cultura española prima el negocio, e importa muy poco el arte como hecho cultural.
Gracias por tu presencia en estos desiertos y un abrazo.