Estoy tratando de deciros
que un pájaro es algo más
que un conjunto matemático de plumas
y un silencio compartido
también puede ser un símbolo,
y que acaso se pueda,
sin balas ni helicópteros ni pértigas
atravesar una muralla infranqueable
si miramos despacio las estrellas.
No, no hace falta comprar bendiciones,
ni mentir a escondidas al oido de un niño
prometiendo futuros de dulces golosinas,
ni hacer del tiempo un barco
ni buscar un sentido a los planetas.
Tal vez en escuchar sinceramente
esa voz que quiere acariciarnos,
que no sabemos nunca de qué labios,
de qué boca proviene,
puede estar el destino de unos ojos
o unas alas surgidas sobre el hielo
o un mendigo columpiado por la luna.
Así es, nunca se sabe.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
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