30 de octubre de 2017

Monólogo en una botella


Hablar. Mirar los ojos
de nuestros contertulios; darse cuenta:
Ninguno está escuchando, las palabras
se pierden en el humo. En los rincones
el polvo se amontona. Dados vuelta
hacia adentro, los hombres, abstraídos,
su universo contemplan: simetría del ego.

Y entonces:

Iniciar una conversación trivial;
que nada sea, pues nada permanece.
Multiplicar lo intrascendente, convertir
la nada en un catálogo de nadas infinitas.

De tanto darle vueltas,
tal vez en el reverso
de esa triste moneda
quede algo que importe:
el minúsculo poso de una idea.


2 comentarios:

  1. Tal vez en el reverso... Como decía el Rey Actor de Hamlet, "Nuestras palabras son nuestras; pero no nos pertenece a dónde van a parar".

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    Respuestas
    1. Muy acertado: Unas vuelan y son escuchadas allí donde jamás intuímos; otras se pierden en el viento o entre el eco de otras muchas que se entremezclan...

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