30 de julio de 2011
Cuando la vida insiste poco a poco en vencernos
Cuando la vida insiste poco a poco en vencernos
y en nuestra piel desnuda clava sus negras uñas.
Cuando la pena encharca la noche interminable
y el tic-tac insufrible va llagando las almas
sin conceder la gracia de un sueño navegable.
Cuando los días nacen cubiertos de ceniza
y el húmedo rocío es tan sólo un pretexto
para hundir sus cuchillos en la quietud marchita.
Cuando la zarpa horrible del crudo desencanto
implacable se cierra en torno a la garganta.
Cuando todo converge hacia un vórtice ciego
y en el aire viciado sólo quedan palabras
que una voz clandestina pronunció en otro tiempo...
Entonces, cuando nada, cuando el otoño apenas;
entonces, cuando nadie, ni siquiera la sombra,
cuando sólo el olvido, cuando ni alba ni lluvia
ni música en el aire ni brisa, ni el reflejo
de un minuto precioso anclado en el recuerdo...
Entonces, cuando Nada, a veces hay un pájaro
cantando por nosotros; una flor que dispara
la risa de sus pétalos, una breve fragancia,
un rumor de pisadas, como un salvoconducto.
De Por si mañana no amanece
Publicado en Con voz propia, Diario Crónica y El Cronista de la red.
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Valioso poema, fuerte y a la vez esperanzador. Las imágenes con que expresas cada sensación son un bello hallazgo y l penúltima estrofa (¿se dice "estrofa?) suena con el ritmo inquietante que corresponde al contenido. Felicitaciones, Sergio y un abrazo.
ResponderEliminarPILAR ROMANO
Me encantó tu poema, Sergio. Tiene el peso de la tradición y la espontaneidad de lo nuevo. Las imágenes explotan cálidas y mágicas en los sentidos porque todo el ser las percibe y se empapa en ellas. Muchas gracias. Ya pasaré por más.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
La ESPERANZA, Sergio. Yo también ¡¿y quién no?! he visitado esos abismos que tan sentidamente describes, y sí, cuando NADA, a veces hay milagros. Gracias por estos versos, por tu voz. Un abrazo.
ResponderEliminarPILAR: Sí, estrofa. Me propuse la descripción de uno de esos estados de ánimo que tan bien conocemos quienes vivimos a pecho descubierto. Me alegra que el reflejo de mis palabras haya despertado ecos en tu voz. Gracias y un abrazo.
ResponderEliminarJORGE: Muy honrado con tus palabras. Gracias por tu presencia. Un abrazo.
MAYTE: El milagro, a veces, es la presencia de unos pocos amigos, como vosotros, que alimentan mi espíritu con su palabra. Gracias. Un abrazo.
Hola! He leído "Cuando la vida insiste poco a poco en vencernos" y me ha dejado tocada... A veces la vida se vuelve pastosa y el tiempo pasa pero no corre y tu estás ahí dentro, como en una pesadilla, , intentando pasar página de lo malo, pero te quedas chillando rueda.... "cuando todo converge hacia un vórtice ciego" Un saludo
ResponderEliminarEstimada Anna. Muchas gracias por tu presencia y tu palabra. En efecto, la vida tiene un empeño casi obsesivo en apuñalarnos. Siento que el poema te haya dejado tocada. Mi propósito es más bien reivindicar la importancia de volver a levantarse cuando las circunstancias nos empujan hacia la nada, que es cuando más mérito tiene la lucha por seguir estando ahí, por seguir en pie a pesar de los empujones y zancadillas. Bienvenida a este lugar y un abrazo desde Zaragoza.
ResponderEliminar¿será que de eso se trata? De domarla día a día y que no nos venza?Es la vida un misterio tan fascinante como infinito y en ella, escribir de este modo y provocar el placer que provocan tus letras, es también una una manera de vencer en las lides de la vida...piq piq
ResponderEliminarAy, no sé si domarla, porque a tanto no suelen llegar las fuerzas, pero sí combatirla, pelearla centímetro a centímetro, y dejarnos -como tal sucede- la propia vida en esa tarea, ardua, que es vivir. Un abrazo.
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