9 de junio de 2012

Mentiras


A Ana, que salvó la vida de Thomas de Quincey
                y a Monelle y a todas sus hermanas.

Podría mentirte, decirte la verdad,
contarte por ejemplo
que soy un escritor que se conforma
con un humilde puesto de trabajo.

Podría decirte la verdad, mentirte,
confesarte que soy un simple obrero
que a ratos se atarea en los papeles
ansiando componer un verso hermoso
o elaborar un cuento.

También podría descubrirme,
decirte que no soy más que un farsante
que finge ser una de esas dos cosas,
un actor secundario en pleno acto.

Pero no diré nada de eso.
                                               Simplemente
te dedicaré un par de adjetivos galantes
y yaceré contigo entre las sábanas
para olvidar tu nombre en una esquina
cuando las primeras luces estremezcan
los adoquines húmedos.

De Viñetas y recuerdos.

1 comentario:

Bienvenid@ a este espacio.
Gracias por tu presencia y tu palabra.

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