3 de enero de 2012
Viajero soy
Viajero soy. La ruta es mi destino.
El frenesí del mar, mi desafío.
Viajero soy. En todas partes moro,
y en ninguna. Mi patria es el recuerdo
de tres o cuatro rostros y unos versos
que alguna voz amada pronunció.
Viajero soy. En el confín del mar
está la tierra de mis padres; lejos,
otros mares y otras tierras y otros dioses.
Todo cabe en mi cuaderno de bitácora.
Viajero soy. El horizonte espera
la estela de mis naves, las palabras
que mi pecho proclama, las batallas
que los vates cantarán en la mañana.
Y más allá de todo
rodeada de mar* se alza la etérea
Ítaca, paciente, inamovible,
hermosa al atardecer* eternamente aguarda
el retorno de sus hijos nómadas.
De Arenas de Ítaca
Publicado en el nº 17 de La Buhardilla
*rodeada de mar y hermosa al atardecer son dos
de las formas empleadas para describir a Ítaca en La Odisea.
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Hay tánto mensaje en la vocación de viajero que canta tu poema! Y el enlace con Itaca le da un cierre especial, muy bello. ¿Y Penélope?
ResponderEliminarGracias, Pilar. Penélope... Siempre está ahí en el fondo de la memoria del viajero. Penélope es el regreso, la intuición de una patria renovada...
ResponderEliminarViajero soy...mmmm...voy a guardar entre mis cosas preferidas este poema para releerlo cuando, de verdad pueda "palpitar" ese vocablo. y, que "todo quepa en mi cuaderno de bitácora"...Hermosos versos Sergio
ResponderEliminarpiq piq patagónicos
Gracias por tu visita, Adriana. Que tu cuaderno de bitácora pueda albergar, y albergue, hermosas travesías y aventuras que recordar. Un abrazo.
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